Ayuda psicológica para dejar de fumar
Aunque existe la creencia de que dejar de fumar es difícil, es posible hacerlo sin excesivo esfuerzo y sin tener que acudir únicamente a la llamada “fuerza de voluntad”. ¿Cómo? Recurriendo a un profesional de la psicología que lleve a cabo un programa cognitivo-conductual para dejar de fumar y por supuesto, ¡siguiendo ese programa de forma seria y sistemática!. Estos programas suelen durar alrededor de cinco semanas, con una frecuencia de una o dos sesiones a la semana. La inversión de tiempo y dinero es baja en relación a los beneficios que se pueden obtener.
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¿Por qué es difícil dejar de fumar?
Las personas no fuman por causalidad, los principales motivos que mantienen la conducta de fumar y que a su vez hacen que sea complicado dejarlo son los fisiológicos y los psicológicos.
Dependencia fisiológica: se deben a la nicotina que contienen los cigarrillos. El fumador se hace dependiente a la nicotina, de forma que si deja de fumar bruscamente sufre el síndrome de abstinencia a la nicotina, algunos de los síntomas son: deseo intenso de fumar, dificultad de concentración, frustración, irritabilidad, ansiedad, etc.
Dependencia psicológica: debida a procesos de Asociación y Reforzamiento. Cuando al hacer una actividad fumamos (ej. tomar café, conducir, sobremesa, salir con amigos…) y esto lo hacemos de forma repetida, se crea una asociación entre fumar y esa actividad, de forma que al iniciar esa actividad aparece automáticamente el deseo de fumar. Por otro lado, el fumador obtiene consecuencias positivas al fumar (ej. sensación de placer, de relajación) y/o evita consecuencias negativas (ej. síntomas de abstinencia, aburrimiento).