¿Qué es un Trastorno Alimenticio?
Un trastorno alimenticio es un desorden que causa graves perturbaciones en la dieta diaria, tales como comer cantidades muy pequeñas o comer en exceso. Implica cambios en al forma de pensar, en las emociones y en el comportamiento.
Tratamiento
Aunque la investigación nos demuestra que algunos antidepresivos pueden ser de ayuda, el tratamiento más eficaz es la terapia cognitivo-conductual. De forma resumida consiste en aprender a modificar los pensamientos y las creencias que provocan el miedo a engordar y eliminar las conductas que mantienen el problema.
A menudo, otro objetivo importante suele ser aumentar la autoestima, y que ésta no dependa de su aspecto.
Cómo identificar un Trastorno de la alimentación
Aparecen tres cambios fundamentales cuando una persona desarrolla un trastorno alimenticio:
Cambios en la forma de pensar
- Están convencidas de que están gordas o muy gordas.
- Piensan que cuando alcancen su “peso meta” estarán fantásticas pero cuando lo alcanzan se pondrán otro peso meta más bajo aun.
- Creen que si usan cierto tipo de ropa, por ejemplo ajustada, al salir a la calle los demás se van a afijar en ellas y se van a burlar por su gordura.
- Piensan que los demás creen que están gordas.
- Consideran que estar gorda es algo horrible, asqueroso, algo que impide tener amigos, pareja, triunfar en la vida, ser respetada o admirada.
- Muchas veces creen que alguna parte de su cuerpo está gorda e impresentable.
- Creen que algunos alimentos son tremendamente calóricos y que si los comen automáticamente y en segundos les van a engordar.
- Creen que si se permiten comer algún alimento que habitualmente evitan, perderán el control y comerán grandes cantidades del mismo.
Cambios en las emociones
- La ansiedad es la emoción predominante. Tienen un miedo terrible a engordar, incluso pensar en comer ciertos alimentos como una hamburguesa, hace que tengan síntomas de ansiedad como taquicardia, sudor, aumento de la frecuencia de la respiración, etc.
- Tristeza y depresión. El estado de ánimo se resiente mucho puesto que su vida gira en torno a la obsesión por la comida, reduciendo sus relaciones sociales y las salidas.
- Enfado. Es frecuente si las personas de su entorno le dicen que coma o que está demasiado delgada, otras veces si no ha conseguido ejercer control sobre lo que come el enfado es contra ellas mismas.
- Culpabilidad y preocupación. Cuando la persona es consciente del problema después de por ejemplo, haberse provocado el vómito aparece un sensación de alivio fugaz a la que le sigue culpabilidad y preocupación por lo que le está pasando.
- Sensación de control. Sobre todo en anorexia, al comer solamente lo que creen que deben comer.
Cambios en el comportamiento
- Peculiaridades en la forma de comer: Reducción gradual de la cantidad y tipo de alimentos; beber mucha agua; no comer alimentos muy calóricos; cortar la comida en trozos demasiado pequeños; comer muy despacio o mezclar los alimentos de forma extraña; esconder alimentos; fingir que se come; comer a solas; saltarse comidas, ayunar; atracones de comida.
- Medidas purgativas con el objetivo de no ganar peso: vómitos, laxantes, diuréticos, ejercicio extremo y compulsivo.
- Conductas compulsivas: por ejemplo pesarse una gran cantidad de veces al día, después de comer cualquier cosa o incluso después de beber agua. En algunos casos sucede lo contrario, se niegan a pesarse. Los pocos alimentos que se permiten comer puede que lo hagan con un orden preciso porque consideran que así engordan menos, o estando en movimiento mientras comen.
- Evitan un gran número de situaciones, por ejemplo las sociales, estar con gente, salir por ahí, ir a comprar ropa, mirarse en el espejo, ir a la playa o a la piscina y usar ciertas prendas.
Tipos de Trastorno Alimenticio
Los trastornos alimenticios más comunes son:
- Anorexia nerviosa: Continua búsqueda de la delgadez a través de la escasa o casi nula ingesta de alimentos.
- Bulimia nerviosa: Atracones de comida frecuentes acompañados de sensación de falta de control, a los que le siguen comportamientos purgativos (ej. vómitos, laxantes, ejercicio excesivo, etc.)
- Trastorno por atracón: Episodios de atracones a los que no les siguen comportamientos purgativos (vómitos, exceso de ejercicios, ayuno, laxantes…), ésta sería la diferencia con la bulimia. Las personas con trastorno por atracón a menudo tienen sobrepeso o son obesas.
¿Cómo empieza un Trastorno Alimenticio?
Se ha teorizado mucho acerca de cómo empieza un trastorno alimentario, pero las investigaciones no son concluyentes. Aún no se sabe con seguridad las causas exactas de estos problemas, pero sí cuales son las variables que influyen:
- Presión social hacia la delgadez. Hoy en día la delgadez es signo de triunfo, de valía personal. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con éste mensaje. Es fácil ser influido en exceso, sobre todo para una adolescente y aprender que es imprescindible estar delgada.
- Burlas y descalificaciones. Haber sufrido sobrepeso, aunque fuera ligero y ser sometida a burlas por este motivo. En ocasiones, ni siquiera experimentado por una misma, si no por alguien cercano (hermanos, padres…), en cuyo caso, al ver cómo los demás se burlan de ellos, el mensaje que se aprende es el mismo “Estar gorda es horrible, para ser aceptada necesitas estar delgada”.
- Personas cercanas que dan excesiva importancia a “cuidarse”. Si por ejemplo, en nuestra familia se le da mucha importancia a cuestiones como comer bien, hacer ejercicio y tener buen aspecto, se puede aprender que eso es imprescindible y que lo contrario, estar gordo, sería algo horrible.
- Características personales como perfeccionismo, timidez, baja autoestima, excesiva dependencia paterna, entre otras.
- Dieta muy rígida. Es un dato comprobado es que estos trastornos empiezan con una primera dieta, a menudo una dieta excesivamente rígida, con muy pocas calorías y/o con muchos alimentos prohibidos. Cuanto más severa es la dieta, mayor será el riesgo de desarrollar un trastorno alimentario.
- Acontecimiento vital difícil. Como por ejemplo, problemas o separación familiar, muerte de seres queridos, cambio de domicilio o colegio, etc. pueden desencadenar un trastorno alimenticio.